Hace 400 años Galileo Galilei, apuntó con un telescopio hacia el cielo y descubrió que Venus tenía fases como la Luna, que el Sol estaba repleto de manchas, que Júpiter tenía satélites y, lo más importante, que la teoría de Copérnico que afirmaba que la Tierra no estaba inmóvil, sino que giraba alrededor del Sol, era cierta. Sus observaciones cambiaron la concepción de la humanidad sobre la astronomía, pero Galileo no fue el primero que fijó su vista en el cielo. Durante milenios, la humanidad se ha preguntado qué eran esos miles de puntitos brillantes que se podían observar en la cúpula celeste. Obviamente, los hombres del megalítico, los egipcios y los griegos no tenían los instrumentos más adecuados para dar respuestas precisas a estos interrogantes, pero sin embargo tenían imaginación, y la usaban para realizar imponentes y misteriosas construcciones como (Stonehenge, y las pirámides egipcias), y para inventar bellas historias para explicar estos fenómenos que aún hoy en día nos siguen enamorando.
Pero, ¿Qué es lo que podemos ver desde la Tierra? ¿Qué es lo que no podemos ver de este universo infinito? De dar respuesta a estas preguntas se encargan astrónomos, los físicos y matemáticos que se dedican a explorar más allá de nuestras fronteras planetarias y lo que han podido ver hasta ahora no es poco. Gracias a instrumentos como los telescopios de infrarrojos, las sondas espaciales e incluso los satélites, podemos ver más allá de lo observable a simple vista, detectando nuevas galaxias, estrellas, planetas y cometas y descubriendo de qué están hechos. También podemos observar elementos como los asteroides, enanas blancas y rojas y llamativas explosiones de estrellas. La vista no llega muy lejos, pero los sonidos y la luz sí, por eso son las técnicas más habituales para llegar lo más lejos posible.
Nosotros, la gente normal, ¿Qué podemos hacer para encandilarnos y aprender con nuestro universo?. No basta, sólamente con mirar hacia arriba, ni muchas veces armarnos con un telescopio, porque para ver todas estas maravillas desde nuestro planeta necesitamos algo más importante que incluso tener un telescopio: Apagar las luces. Dicho así parece fácil, pero en realidad es uno de los temas sobre los que quiere concienciar el Año Internacional de la Astronomía, porque las ciudades sufren una contaminación lumínica excesiva.
Pero éste no es el único objetivo que se pretende con la conmemoración del 2009 como año estelar. Para este año los astrónomos se han propuesto que todo el mundo, sea como sea y mire a donde mire, vea el cielo. Para ello han ideado toda una serie de actividades que van desde emular a Eratóstenes en la medida de la circunferencia de la Tierra, hasta adoptar una estrella, pasando por el proyecto Astro que llevará la astronomía a todos los públicos. En fin, disfrutémos de la Astronomía.
Más info en: http://www.astroparatodos.es y http://www.astronomia2009.es
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