domingo, 10 de mayo de 2009

Un rato de risa.

Excusas para no hacer los deberes de matemáticas.
-Es que tengo una calculadora solar, y como estaba nublado...Sé como comprobarlo, pero es que este margen es muy pequeño.
- Metí los deberes en la carpeta y la cerré pero vino un perro tetradimensional y se los comió.
- Juraría que los guardé en una botella de Klein, pero esta mañana no estaban.
- Estaba viendo el partido de fútbol cuando se me ocurrió comprobar si convergía... y claro, no me dio tiempo a hacer los deberes.


El pastor y el matemático.
Un matemático pasea por el campo, sin nada que hacer, aburrido.
Encuentra a un pastor que cuida un
numeroso rebaño de ovejas, y decide divertirse un poco a costa del paleto.
- Buenos d
ías, buen pastor.
- Buenos d
ías tenga usted.- Solitario oficio, el de pastor, ¿no?
- Usted es la primera persona que
veo en seis días.
- Estará usted muy aburrido.
- Daría cualquier cosa por un buen entre
tenimiento.
- Mire, le propongo un juego. Yo le adivino el número exacto de ovejas que hay en su rebaño, y si acierto, me regala usted una. ¿Qué le parece?
- Trato hecho.El matemático pasa su vista por encima de las cabezas del ganado, murmurando cosas, y en unos segundos anuncia:
- 586 ovejas. El pastor, ad
mirado, confirma que ése es el número preciso de ovejas del rebaño. Se cumple en efecto el trato acordado, y el matemático comienza a alejarse con la oveja escogida por él mismo.
- Espere un momento, señor. ¿Me permitirá una oportunidad de revancha?
- Hombre, naturalmente. Pues ¿qué le
parece, que si yo le acierto su profesión, me devuelva usted la oveja?
- Pues venga.El pastor sonríe, porque sabe que ha ganado, y sente
ncia:
- Usted es matemático.- ¡Caramba! Ha acertado. Pero no acierto a comprender cómo. Cualquiera con buen ojo para los números podría haber contado sus ovejas.
- Sí, sí, pero sólo un matemático hubiera sido capaz, entre 586 ovejas, de llev
arse el perro.

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