Hoy se cumple el 75 aniversario de un hecho que por desgracia ocurrió, y condenó al olvido a mucha gente, terminó con los sueños de otras e hizo pensar a las personas que lo realizaron que con él se acallarían voces e inquietudes de otros muchos.
El hecho es que miles de libros desaparecieron de las bibliotecas alemanas el 10 de mayo de 1933 durante la quema de libros perpetrada por el régimen nacionalsocialista. Se calcula que sólo en la Bebelplatz de Berlín, los nazis quemaron esa noche 20.000 publicaciones de filósofos, científicos, poetas, escritores.
Al igual que ocurrió con la biblioteca de Alejandría, las personas que estaban en el poder pensaron que la quema de libros era la forma más fácil de hacer callar a la gente, de hacerlas no pensar, de que no se pudieran formar su propia opinión, y en definitiva de que no tuvieran respuestas a las miles de preguntas y sensaciones que seguron le surgirían al leer un libro.
La quema de libros fue un acto simbólico: El comienzo de la persecución y la expulsión de científicos e intelectuales de Alemania, de hecho 24 premios Nóbel emigraron a América del Norte. Pero también fue un acto macabro, porque con la quema no sólo desparecía el libro del autor sino también con él pasaban al olvido todas las personas que influyeron en él y todos los sentimientos que habían confluido para la escritura de ese libro.
Esta entrada del blog me ha recordado el excelente libro "
La Sombra del Viento" escrito por Carlos Ruiz Zafón y que recomiendo a todo aficionado/a a la lectura.